Cuando nos eligieron como #mamáprobadora de este aparato, pensé que para qué quería esto si mi bebé no es nada mocoso. Y justo en el plazo de que me comunicaron que me lo mandarían hasta que me llegó a casa, mi bebé tuvo un costipado mal curado que derivó en bronquiolitis. Qué penita daba verle en el hospital con la mascarilla. Y además de eso, cada día y varias veces teníamos que hacer lavados nasales con suero y aspirador nasal, que en ese momento era el de absorber de toda la vida. Ay, cómo deseaba que me llegara el eléctrico en esos momentos.
Pues me llegó, y él ya ni un moco. Pero justo mi pekemayor empezó con dolor de oído y el pediatra nos dijo que eran mocos, que le hiciéramos lavados nasales, y como ella no se sonaba bien, pues echamos mano de nosiboo. Oye, mano de santo!!!! ella encantada y salía toda la mucosidad estupendamente. Y es que de las cosas que más me han gustado del aparatito, es que se puede graduar la intensidad de absorción. Lo usamos con ella durante varios días, le poníamos rinhomer y luego aspirador nasal, y no llegó a infección.
Ahora con estos cambios de tiempo, mi pekebebé está de nuevo con moquetes, pero ya no esperamos. De vez en cuando le vamos haciendo lavados nasales y no pasa de ahí. Nos aseguramos que la mucosidad no baja hacia el pecho, y no ha habido más broquiolitis en casa. Además, es muy higiénico, se desarma perfectamente para limpiarlo bien.
Es un aparato caro, que quizá no pensamos en comprar cuando tenemos bebés, pero si son propensos a tener mocos, es dinero bien invertido, y se puede usar durante años, que mi pekemayor ya tiene 6 y le ha venido estupendo. Así que podéis ponerlo en la lista de regalos para el bebé, porque no defrauda, eso sí, ocupa espacio..
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